Carta baja, baja carta, alta carta ¡carta alta! Como podéis ver no se me da nada bien recordar los juegos de cartas, y no solo eso, apenas recuerdo cómo se juega.
Hoy me he despertado pensando en una escalera de cartas, por un momento he pensado que estaba en el País de las maravillas como Alicia. Primero subía por los ases hasta llegar a la K de corazones y al llegar a ésta aparecía un rellano, era una carta en blanco y encima reposaba una pluma, para que yo escribiera lo que quisiera. Y así lo hice: “Una carta en blanco como símbolo de mi futuro o quizás de mi presente, así me siento, en blanco”. Una vez escribí esto, el fondo negro que me rodeaba se transformó en blanco, un blanco nuclear que me deslumbraba y así me he despertado…en blanco.¿Por qué me siento así? Es como si mi existencia estuviera en blanco. Quizás me siento invisible hacia los demás o quizás es que quiero sentirme invisible y no puedo. ¿Pero porqué? Yo siempre he sido una persona muy social, siempre he necesitado estar rodeado de gente y ahora sin embargo necesito desaparecer. ¿Será que me he vuelto antisocial o es que simplemente necesito encontrar mi propio espacio y con ello a mi mismo? Sí, quizá sea eso.
Realmente uno no se conoce a sí mismo hasta que no está solo, así se da cuenta de qué y a quién necesita a su alrededor realmente. Pero aún no he conseguido llegar a este punto. No sé ni quién soy ni qué quiero.
Me vuelvo a meter en la cama y desaparezco, fundiéndome otra vez en blanco y así volviendo a escribir mi carta, esa carta que está en blanco, esa carta que está a punto de escribirse definitivamente. Y así podré dejar escrita mi existencia, aunque sea al menos en una simple carta…