Ficha técnica del libro:
La protagonista de esta historia es Jocelyne, apodada Jo, que regenta su propia mercería en Arras, una pequeña ciudad francesa, y escribe un blog sobre costura y manualidades, «diezdedosdeoro», que cuenta ya con miles de seguidores. Sus mejores amigas son las gemelas propietarias del salón de belleza vecino. Su marido, Jocelyn, también Jo, es de lo más normalito, y sus dos hijos ya no viven en casa. En este punto de su vida no puede evitar sentir cierta nostalgia al pensar en sus ya caducas ilusiones de juventud, cuando soñaba con ser modista en París. Cuando las gemelas la convencen para que juegue al Euromillón, se encuentra, de repente, con dieciocho millones de euros en las manos, y la posibilidad de tener todo lo que quiera. En ese momento es cuando Jo decide empezar a escribir una lista enumerando todos sus deseos, desde una lámpara para la mesa de la entrada hasta una nueva cortina para la ducha; porque, para su propia sorpresa, ya no está del todo segura de si el dinero realmente trae la felicidad.
Opinión personal:
Este libro me lo leí hace ya unos 4 años, fue uno de esos libros que me pasaron por e-book. Uno de los primeros y creo que el antepenúltimo que leí con ese cacharrillo (ya sabéis mi amor incondicional por el papel, el olor de los libros…).
Y hoy me he acordado de él, he visto una madeja de hilo en mi cesta de costura (hecha con mucho amor por mi abuelo) y me he acordado de este libro.
No me sucede muy a menudo, a veces incluso olvido los nombres o si me los he leído o no. Eso normalmente pasa con los que me dejan un poco indiferente, los que leo por puro ocio.
La lista de mis deseos es una historia en un principio lineal, sin muchos cambios. Protagonizada por una bloguera francesa amante de la costura y las manualidades. Su vida resulta monótona e incluso un poco aburrida hasta que todo se ve truncado por el azar. Las acciones se encadenan de tal manera que la lectura se vuelve adictiva y el lector adopta una actitud hasta de voyeur, de una vida que deja de ser monótona.
Es el reflejo de la vida misma con sus cambios radicales, sus alegrías, sus tristezas y medias vueltas. Así como de los comportamientos extraños de las personas que nos rodean, nunca se sabe de lo que es capaz uno mismo y, ni mucho menos, los demás. Y por el interés te quiero Andrés…
Por cierto, acabo de descubrir que existe la película, ¡así que no os la perdáis!
Valoración: 5/5
