1938. Barruelo. Miguel, de trece años, cree que su padre, un minero republicano, ha muerto en el frente. Inesperadamente, llega la noticia de que se encuentra en un campo de prisioneros, cerca de Oviedo. Su madre le suplica que lo traiga a casa y el chico, acompañado por su inseparable perra Greta, parte en su busca. Miguel recorrerá cientos de kilómetros, atravesará montañas con lobos y desertores, robará comida, huirá de la Guardia Civil, se enamorará, conocerá a personas que lo perdieron todo, se hará un hombre y verá con sus propios ojos lo que es una guerra.
Es una historia real hecha ficción. Una historia contextualizada en 1938 que tiene como protagonista al hijo de un minero republicano.
El cual deberá atravesar casi todo Asturias para ver si es verdad o no que su padre no está muerto, sino en un campo de concentración.
Está dividido en tres capítulos: el primero corresponde a su viaje hasta el campo de concentración, el segundo se centra en el propio campo de concentración y el tercero en la vuelta.
En plena Guerra Civil Española se cometieron millones de barbaridades, por mucho que se siga negando y que no haya un museo del terror en el que se explique todo lo que sucedió bien, como en otros tantos países que hicieron barbaries parecidas. ¡No olvidamos!
Reivindicado esto. Este libro es una narración histórica, una clase de historia contada en primera persona. Según mi punto de vista, debería ser un libro obligatorio en los colegios, en las clases de historia.
Este libro se convierte en lectura muy entretenida, bonita, dura y triste. Como se dice muchas veces la realidad supera a la ficción y este es uno de estos casos.
Un comentario en “Reviviendo la Guerra Civil: «Una bala para el recuerdo»”