Todo empieza con un lugar…
Cuando hablamos de cómo deben ser los espacios educativos automáticamente pensamos en los centros escolares o los parques, es decir, espacios expresamente pensados para los niños. Pero si partimos de la idea de que «la educación puede suceder en cualquier momento, en cualquier lugar», es lógico pensar que también debemos aplicar esta mirada crítico-pedagógica a todos los espacios, desde las ciudades hasta nuestra propia casa.
Acondicionar una casa para un niño es mucho más que poner protectores en los enchufes, forrar las esquinas de las mesas con polietileno y decorar su habitación con muchos colores y animales. Es estudiar y diseñar el espacio para que los niños tengan libertad para moverse, expresarse, conocer el mundo, aprender… Llevando esta idea a un nivel extremo de simplicidad, decir que la materialidad del espacio puede marcar una gran diferencia en el aprendizaje es como decir que si un estudiante no tiene una buena…
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